¿Cómo saber si el servofreno del coche está averiado?

Aunque pocos la conocemos, el servofreno es una pieza clave de los vehículos más modernos, que se encarga de ayudarnos en la acción de frenado, aumentando la fuerza que ejercemos sobre el pedal de freno. Esto permite mejorar la frenada considerablemente, reduciendo cualquier mínimo riesgo.





Por su importancia, es fundamental llevar un buen mantenimiento para que esté siempre en buen estado y funcione correctamente.

Por ello, con el objetivo de que puedas estar atento y tomar las medidas preventivas necesarias, a continuación te vamos a dar las claves para saber si el servofreno de tu coches está averiado. Presta atención y toma nota porque esto te interesa.

Antes de nada, ¿qué es el servofreno?

El servofreno hace referencia a los mecanismos o sistemas de mecanismos que se encargan de minimizar el esfuerzo que hacemos sobre el mando de freno de nuestro vehículo para conseguir que poco a poco vaya reduciendo su velocidad, hasta detenerse completamente.

También conocido como ayuda de pedal, el servofreno de vacío es el más habitual de los vehículos más modernos, y consiste en un sistema neumático que aprovecha la depresión o el vacío generado en el colector de admisión del motor de explosión para desmultiplicar el esfuerzo que hace el conducto con su pie sobre el pedal de freno.

Un sistema que se comenzó a montar en los años 20 en algunos modelos, con la finalidad de multiplicar la fuerza ejercida por el conductor en su acción sobre el pedal de freno. El sistema de accionamiento es por vacío, destacando que, en los vehículos diésel, el vacío lo produce un depresor montado en el árbol de levas e interiormente formado por unas paletas.

Los depresores de freno también pueden ser accionados por una correa o engranado en la distribución, generando vacío o aspiración en su movimiento rotativo. En los vehículos de gasolina, la depresión la genera el propio colector de admisión, en el cual va incorporada una toma que comunica éste con el servofreno.

La fuerza de salida es de alrededor de 10 veces más que la fuerza ejercida por el conductor, dependiendo del tamaño. El más utilizado es el sistema neumático Mastervac, situado entre el pedal de freno y la bomba, alojado en la zona del motor.

El funcionamiento se basa en diferencias de presión entre una cámara y otra en su interior. Esta diferencia de presión la genera el depresor de freno (en vehículo diésel) o colector de admisión (en vehículo de gasolina).

Señales para comprobar que el servofreno está averiado

El pedal de freno está muy duro

Si el pedal de freno está muy duro es síntoma de que el servofreno está averiado, y lo notarás porque para detener el coche tendrás que ejercer más fuerza de lo normal.

Esto puede deberse a diferentes causas, como una rotura de las paletas del depresor de freno, que no es capaz de producir el vacío necesario, actuando como un freno convencional, o porque se ha producido una rotura en la tubería de vacío.

Así mismo, aunque es menos habitual, también puede deberse a una fractura en la válvula de retención a la entrada del servofreno, o a un problema en la membrana del servofreno, que producirá que el nivel de líquido de frenos baje.

El pedal se endurece al frenar en marcha

Otra señal es cuando al frenar en marcha, el pedal de freno se endurece y pierde efectividad. Por lo general, el pedal de freno está suave y podemos llegar hasta el fondo con facilidad, sin ejercer demasiada presión.

Cuando esto ocurre, se debe a un defecto en la válvula antirretorno del servofreno, y deberás acudir cuanto antes a un taller para solucionar esta avería.

El coche tarda en frenar

También es síntoma de avería que tu coche tarde más en frenar de lo habitual. Esto ocurre en aquellos modelos de servofreno que incorporan un filtro, el cual se ha estropeado con el paso del tiempo, propiciando que tarde más en actuar, afectando directamente a la frenada.

¿Cómo puedes comprobar una avería en el servofreno?

Aunque todos estos síntomas pueden avisarte de que algo no está funcionando correctamente, realmente, para comprobar si hay una avería en el servofreno deberás llevar tu coche a un taller profesional especializado.

Hay que desconectar el servofreno del depresor de freno y colocarle una pistola de vacío. Después, hay que arrancar el coche y comprobar si el reloj mide vacío o se encuentra a presión atmosférica. Si mide vacío, la avería no será del depresor.

Lo siguiente es quitar la tubería de la válvula de retención a la entrada del servofreno, y colocar el reloj de vacío. Arrancamos el coche y comprobamos si produce vacío; en ese caso, el problema no estará en la tubería.

Posteriormente habría que comprobar la válvula de retención de vacío. Si no retiene en ningún sentido, significará que la válvula está estropeada.

Y, por último, hay que comprobar directamente el servofreno.  Para ello hay que colocar la tubería del reloj a la entrada y hacerle el vacío. Si al aspirar retiene el vacío, el servofreno estará bien, y si en cambio no produce o retiene el vacío, indicará que la membrana tiene un problema.

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