Cigarrillos electrónicos en España vs resto de Europa

Mientras que en la mayoría de países de Europa el vapeo no ha hecho más que aumentar su popularidad, en España es todo lo contrario. El recelo hacia este producto sigue siendo casi tan fuerte como al inicio, pese a todas las investigaciones y datos sobre sus beneficios.





El vaper es un dispositivo que permite fumar vapor de agua, en el cual puede haber distintas sustancias y sabores, dependiendo de lo que el usuario quiera. Mayormente es presentado como un método para dejar el tabaco, puesto que hay muchos lugares donde se puede vapear con cigarrillos electrónicos en vez de fumar tabaco, y se puede escoger si comprar líquido con o sin nicotina en tiendas de cigarrillos electrónicos.

Aun así, hay algunos que no están convencidos de la seguridad de usar el vaper, pese a que fumar es mucho más dañino que vapear.

¿Solo para fumadores?

Hay dos grandes razones detrás del éxito de los cigarrillos electrónicos.

En primer lugar, y la más común, es que es un producto que ayuda a dejar el tabaco. Al ser mucho más práctico y llamativo que los típicos parches de nicotina, y otras alternativas, se ha hecho con una buena cantidad de compradores.

En el segundo lugar, se ha convertido en una moda, o un comportamiento social. Por lo general, los fumadores de tabaco comenzaron a consumir al verse rodeados de personas que fumaban, o incluso porque eran directamente presionados por sus conocidos a hacerlo. Sin olvidar, claro, la típica imagen de “chico malo” y “guay” que algunos asocian al tabaco.

Con los vapers ocurre algo similar. Muchos jóvenes empiezan a usarlo porque las personas a su alrededor lo hacen. Sin embargo, la gran diferencia radica en que los cigarrillos electrónicos pueden ser utilizados sin nicotina, eliminando el factor adictivo, y convertirse en poco más que un accesorio.

¿Por qué en España son poco populares los cigarrillos electrónicos?

Según una entrevista a Josep MarIa Ramón, jefe del Servicio de Medicina Preventiva del Hospital Universitario de Bellvitge, países como Reino Unido han conseguido bajar la tasa de fumadores al 14% desde que se han popularizado los cigarrillos electrónicos. Por el contrario, España aún cuenta con alrededor del 40%.

Esto se debe, en mayor parte, a los prejuicios que hay sobre este dispositivo. Algunos piensan que se trata de algo casi igual de malo, o incluso peor, que el tabaco. Muchos ni siquiera parecen ser conscientes de que existen líquidos sin nicotina, y le temen de las demás sustancias que contiene, a pesar de que la Unión Europea es muy estricta sobre las sustancias que pueden ser añadidas a los líquidos.

La desinformación, en todas las cosas, solo causa problemas y evita que otros puedan aprovechar ciertas oportunidades. Después de todo, el vapeo ha dado buenos resultados para aquellos que lo usan para dejar el tabaco, ya hayan decidido dejarlo poco a poco, o de inmediato.

Solamente queda esperar a que en España el público general se permita probar con estas “nuevas” alternativas.

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