¿Qué sucedió con el cuerpo de Fidel Castro? Revelando la verdad

La Incógnita del paradero del líder cubano.

El líder cubano, Fidel Castro, generó numerosas hostilidades a lo largo de su extensa vida como revolucionario, especialmente en Estados Unidos, país que mantuvo un embargo contra Cuba por más de seis décadas. Se sabe que la CIA y diversos grupos de exiliados cubanos intentaron asesinar al líder en más de 600 ocasiones durante medio siglo, con planes que incluían el uso de cigarros explosivos y un traje de buceo envenenado.





A pesar de estos intentos, Castro sobrevivió y falleció el 25 de noviembre de 2016, a la edad de 90 años, por causas naturales, tras haber cedido el control de Cuba a su hermano Raúl ocho años antes.

La muerte de Fidel Castro, cariñosamente conocido como ‘El Comandante’ por sus seguidores, marcó uno de los eventos más significativos en la historia de Cuba. Mientras las comunidades cubanas expatriadas en Florida celebraban su fallecimiento, muchos en La Habana quedaron profundamente conmocionados por la pérdida de una figura monumental que había moldeado su nación de manera única, dejando una huella imborrable en la historia mundial.

Como señaló el dramaturgo cubano Norge Espinosa Mendoza:

Es el fin de una era. En su tiempo, logró no dejar a nadie indiferente… Su carisma, sus discursos, sus impulsos, y también sus errores, ofrecieron al mundo otra perspectiva de Cuba.

La magnitud de su funeral de Estado, que incluyó su cremación y posterior entierro en La Habana, refleja su posición insustituible en la historia.

La cremación de Fidel Castro

La muerte de Fidel Castro fue anunciada en la televisión estatal cubana por el entonces presidente de la isla, Raúl Castro. La noticia se difundió rápidamente por todo el mundo a través de medios como la BBC, que destacaron las intensas emociones desencadenadas por su fallecimiento tanto entre sus partidarios como entre sus detractores.

Raúl, visiblemente conmovido hasta el borde de las lágrimas, declaró un período de luto nacional tras la pérdida de su hermano. Anunció que Fidel sería incinerado al día siguiente y que sus cenizas serían colocadas en un monumento conmemorativo, donde el público podría rendirle homenaje al líder comunista.

La decisión de no embalsamar el cuerpo de Fidel Castro contrastaba con la práctica de otros líderes comunistas prominentes, como Mao Zedong de China y Vladimir Lenin de la Unión Soviética, cuyos cuerpos embalsamados fueron exhibidos públicamente durante largos períodos. Se cree que esta decisión de Castro probablemente reflejaba su deseo de no ser venerado después de su muerte, además de ser una expresión de su ateísmo arraigado durante mucho tiempo.

Varios líderes políticos prominentes optaron por mantenerse distantes

No sorprende que incluso después de su muerte, Fidel Castro continuara siendo una figura profundamente divisiva, y su funeral y el entierro de sus restos se convirtieron en un tema diplomático para muchos líderes mundiales.

Mientras que sus aliados elogiaban su impacto en los asuntos mundiales del siglo XX y su prolongada defensa de la independencia de Cuba, muchos otros lo tildaban de tirano y asesino, cuya revolución y sus consecuencias equivalían a la opresión de su propio pueblo.

Varios líderes políticos prominentes optaron por mantenerse distantes
Maduro encabezó a los invitados extranjeros que colocaron flores a Fidel. Foto: Periódico Sierra Maestra

Los políticos y comentaristas de muchas naciones occidentales, incluidos Estados Unidos y el Reino Unido, expresaron abiertamente su creencia de que sus líderes no deberían legitimar el gobierno de Castro asistiendo a su funeral de estado. Sin embargo, cuando llegó el momento, numerosos delegados de muchos países asistieron al funeral. Treinta jefes de Estado llegaron a la isla para presentar sus respetos, principalmente aliados de Castro, como el presidente sudafricano Jacob Zuma y el presidente de Zimbabwe, Robert Mugabe.

Mientras tanto, las naciones menos comprensivas tendían a enviar representantes de menor rango, como España, que envió al ex rey Juan Carlos I. La muerte de Castro había provocado un «dilema» para muchos líderes mundiales , como el canadiense Justin Trudeau, quien fue criticado por llamar a Castro un «líder notable», y el irlandés Michael D. Higgins, que no abordó el pobre historial de derechos humanos de Cuba.

Aquellos que manejaron con más cautela la situación, como Jean-Claude Juncker de la Unión Europea y el ex presidente estadounidense Barack Obama, afirmaron que sería la historia la que finalmente juzgaría a Castro.

Días más tarde, se procedió al entierro de sus restos mortales

Los ritos funerarios de Fidel Castro se extendieron durante varios días, incluyendo una reunión masiva en la Plaza de la Revolución en La Habana el 29 de noviembre. Después de que sus restos fueran expuestos en la capital cubana durante dos días, siguieron cuatro días en los que las cenizas de Castro fueron transportadas como parte de una caravana de La Habana a Santiago de Cuba, un viaje de 900 kilómetros que estaba planeado para reflejar la «Caravana de la Libertad» de 1959, una marcha liderada por Castro para conmemorar la independencia cubana.

Días más tarde, se procedió al entierro de sus restos mortales
El General de Ejército Raúl Castro rindió honores a Fidel al pie del mausoleo que guarda los restos de su hermano.

El 4 de diciembre de 2016, los restos de Fidel Castro fueron llevados en un cortejo entre multitudes de dolientes hasta el cementerio de Santa Ifigenia. Allí, en una ceremonia privada, las cenizas del revolucionario fueron enterradas en un hueco de una gran roca, que luego fue marcada con una placa de metal que dice simplemente: «Fidel». Fue un asunto breve y «solemne», ya que el controvertido líder fue enterrado junto con muchos otros revolucionarios cubanos notables.

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