Pocas horas transcurrieron para que aparecieran en Internet las primeras teorías conspirativas luego de los ataques del 11 de septiembre de 2001. Desde entonces, con la expansión de la red y el auge de las redes sociales, esas conspiraciones han ido creciendo tanto en alcance como en escala.
Los amplios informes de la Comisión del 11-S , las agencias gubernamentales de los Estados Unidos y los grupos de expertos han negado la existencia de cualquier información oculta.
Sin embargo, varios grupos de activistas en los Estados Unidos y en otras partes del mundo, junto con el Movimiento por la verdad del 11-S, aseguran que existen hechos encubiertos.
Incluso algunos miembros destacados del movimiento también han consentido conspiraciones sobre Covid-19 y las vacunas.
Pero también algunos políticos de alto nivel, celebridades y figuras reconocidas han llegado a cuestionar la versión oficial.
«Gobierno cómplice»
La aparición en Internet de nuevos movimientos de conspiración, como QAnon, cuyos seguidores, entre otros puntos de vista conspirativos, creen que un «Estado profundo» estadounidense es responsable de los ataques, manteniendo estas teorías de conspiración en circulación y llevándolas a un público mucho más amplio.
Y los clips en línea de una saga de documentales conocidos como Loose Change han fortalecido muchos de los sofismas que hoy circulan.
Algunos sostienen que los ataques fueron organizados por miembros del gobierno de los Estados Unidos de América.
Y estas falsedades se entrelazan con la creencia de los más recientes movimientos en línea, que dicen que las élites globales planean restringir las libertades civiles en respuesta a los ataques para facilitar el establecimiento de un gobierno mundial autoritario.
Una versión muy difundida en línea señala que «El combustible para aviones no puede derretir vigas de acero», sugiriendo que la demolición de las Torres Gemelas del World Trade Center ocurrió por la instalación previa de cargas explosivas.
Pero según el informe oficial sobre la investigación del Instituto Nacional de Estándares y Tecnología (NIST), los aviones estrellados dañaron considerablemente las columnas de apoyo de ambas torres y desprendieron el sistema de protección contra incendios.
Además, los incendios alcanzaron los 1000 ° C en algunas áreas, lo que provocó la deformación de las vigas de acero y el eventual colapso de los edificios.
Incendios intensos y descontrolados
La destrucción del 7 World Trade Center, un rascacielos de 47 pisos en las cercanías de las Torres Gemelas, ha sido objeto de muchas teorías de conspiración.
Esta edificación, que albergaba oficinas de la CIA, el Departamento de Defensa y la Oficina de Manejo de Emergencias, se derrumbó horas después de las Torres Gemelas sin ser impactada por un avión ni atacada directamente.
Pero en 2008, el informe final sobre la investigación de tres años realizada por el NIST, determinó que se había derrumbado debido a los intensos y descontrolados incendios, que duraron casi siete horas, iniciados por los escombros de la caída de la cercana Torre Norte.
El 7 World Trade Center fue el primer edificio de este tipo que colapsó debido a un incendio.
Pero en 2017, el Edificio Plasco en Teherán, la capital iraní, se convirtió en el segundo.
«Trama de los medios»
El hecho de que el colapso del 7 World Trade Center fuese anunciado durante un informe en vivo por la corresponsal de BBC News, Jane Stanley, mientras el edificio aún se encontraba visiblemente detrás de ella, produjo que los teóricos de la conspiración lo citaran como evidencia de que los grandes medios de comunicación formaron parte del entramado.
Erróneamente, la agencia de noticias Reuters había informado sobre el colapso del edificio, que también replicó CNN, justo antes del informe en vivo.
La corrección por parte de Reuters no se hizo esperar, pero los clips del informe continúan volviéndose virales en los días previos a los aniversarios del 11 de septiembre.
Misiles y orden de derribamiento
Algunas teorías de conspiración que circulan en línea señalan que misiles estadounidenses fueron lanzados contra el Pentágono, como parte de un complot del gobierno, y que el orificio dejado en la estructura era demasiado pequeño para haber sido causado por un avión de pasajeros.
Pero un miembro de la Sociedad Estadounidense de Ingenieros Civiles le dijo a la revista Popular Mechanics que el tamaño y la forma del agujero se debieron a que un ala del Boeing 757 cayó al suelo y la otra se cortó al chocar con el edificio.
Entretanto, el vuelo 93 de United Airlines colisionó cerca de Shanksville, Pensilvania, luego de que los pasajeros intentaran tomar el control del avión de los secuestradores.
Una de las teorías conspirativas afirma que fue derribado por un avión comercial blanco que volaba hacia un aeropuerto cercano.
Sin embargo, oficialmente se indicó que los funcionarios de aviación lo que hicieron fue pedir al avión que inspeccionara el área, lo que hizo, informando el avistamiento de un gran agujero en el suelo del que salía humo.
El vicepresidente Dick Cheney reveló más tarde en su autobiografía que, tras el ataque a las Torres Gemelas, había ordenado el derribo de cualquier avión comercial que se sospechara que había sido secuestrado.
Pero durante el caos y la confusión que siguió al ataque, su orden no fue transmitida a los pilotos de combate, según el informe de la Comisión del 11-S.
«Judíos avisados previamente»
Otra de las teorías conspirativas afirma que ningún judío murió en los ataques porque 4.000 empleados judíos que trabajaban en el World Trade Center habían recibido un aviso previo para que no se presentaran en sus puestos ese día.
Los teorizadores deducen que el gobierno israelí montó los ataques para incitar una respuesta de los Estados Unidos contra sus enemigos regionales, atribuyendo así la responsabilidad a las «poderosas élites judías que controlan los acontecimientos mundiales desde las sombras».
Pero de las 2.071 víctimas del 11 de septiembre que trabajaban en el World Trade Center, se confirmó que 119 eran judíos y se cree que al menos otras 72 más también lo eran.
Tal cifra constituiría el 9.2% de las víctimas, según una investigación del documental Conspiracy Files de la BBC.
Otros estiman que hasta 400 judíos podrían haber muerto ese 11 de septiembre.
Similares teorías involucran a otros estados con los atentados de ese día, incluidos Irak e Irán, pero nunca se ha descubierto evidencia de su participación directa.
