¿Qué le pasa a tu cuerpo cuando dejas de comer? (y en cuánto tiempo podrías morir de hambre)

Para muchos quizá sea difícil imaginar un duro escenario en el que tengan que pasar hambre de verdad. Pero cuando el organismo comienza a experimentar la inanición se encienden las alarmas y luces rojas, y el cuerpo pone en marcha una especie de plan de emergencia de tres etapas, todas críticas, antes de un fatal desenlace.





Vista desde el punto médico, la inanición ocurre cuando el cuerpo experimenta una grave reducción en las calorías y nutrientes, lo que lleva a una extrema debilidad. Puede ser provocada por diferentes factores: hambruna, pobreza, huelgas de hambre voluntarias o condiciones médicas. En cualquier caso, el cuerpo humano sigue el mismo proceso.

Pudiera pensarse que “morir de hambre” es algo rápido, pero la realidad es que ocurre todo lo contrario. Que el cuerpo perezca por no ingerir alimentos, aparte de lento, es un proceso bastante angustiante y tortuoso. De hecho, el organismo trata de adaptarse a ese estado paulatinamente hasta que ya no puede más.

Las tres fases metabólicas

Y cuando se compara con el tiempo que puede pasar una persona sin oxígeno para que su cuerpo se apague, que es de 5 a 10 minutos; o sin agua, un par de día o una semana como máximo, comprendemos que morir de hambre es una verdadera pesadilla. Una persona puede pasar hasta dos meses antes de que muera por falta de alimentos. En ese largo tiempo el cuerpo pasa por tres etapas metabólicas para mantenerse con vida.

hambruna
Personas sufriendo los efectos de la hambruna en India (1877)

Durante la primera fase el cuerpo elige comenzar a quemar la glucosa, que es la principal fuente de energía del organismo y responsable de mantenerlo funcionando. Un cuerpo saludable  (bien alimentado) descompone las moléculas de glucógeno para dar paso a la producción de glucosa. Tras alimentarse, una persona promedio puede tardar hasta seis horas en volver a sentir hambre.

La fase dos de la inanición comienza con un gran cambio metabólico: la quema de grasa. Luego de que el cuerpo consume toda la glucosa, comienza a girar hacia los ácidos grasos, biomoléculas formadas por cadenas hidrocarbonadas lineales. En palabras más sencillas son una especie de bloques de construcción que forman parte de las moléculas grasas almacenadas en los tejidos para que el cuerpo se alimente.

La fase de la quema de grasa puede alargarse de días a semanas. Se conoce en el mundo científico como cetosis y es allí cuando el hígado comienza a metabolizar los ácidos grasos y otros derivados más pequeños denominados cuerpos cetónicos para reemplazar la glucosa como principal fuente de energía.

Esos compuestos pueden tener tres tipos de configuraciones solubles de agua, que pueden moverse desde el corazón, cerebro y otros tejidos durante períodos de ayuno para mantener al cuerpo andando. Cuando el organismo se ve limitado de nutrientes vitales comienza a pasar por varios estados: depresión, ansiedad, letargo y retracción, para finalmente comenzar a experimentar problemas para concentrarse.

Cuando el organismo ha quemado toda la grasa, entonces comienza la fase tres de la inanición. El cuerpo comienza a usar sus reservas de proteínas restantes. La persona sentirá un rápido agotamiento muscular y las células del cuerpo comenzarán a descomponer las proteínas en aminoácidos para que el cerebro las devore.

El correcto funcionamiento celular ocurre en gran parte por estas proteínas, así que al no tenerlas, el cuerpo comienza a decaer rápidamente. Es una especie de fase de “canibalismo interno” llamada catabolismo, en la que el metabolismo se come a sí mismo buscando alguna fuente de energía para sobrevivir.

La luz al final del túnel

El cuerpo humano es una compleja máquina y aun estando en la terrible tercera fase de inanición trata de sobrevivir y ejercer el menor daño posible al organismo, “comiendo” las células menos importantes durante el mayor tiempo posible esperando una posible llegada de alimento.

Somalia Hambruna
Hambruna en Somalia

Pero no hay mucho que hacer cuando pasan semanas y semanas sin que el cuerpo reciba un pequeño bocado de comida y se hayan agotado todas las fuentes de energía, glucosa, grasa, proteínas y masa muscular. En ese momento el final estará cerca.

Cualquier cosa puede poner punto final a la vida de una persona en este estado; sin embargo, la causa de muerte más común asociada a la inanición son los paros cardíacos por la desmesurada degradación del tejido. El corazón simplemente es incapaz de soportarse a sí mismo ante la falta de recursos.

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