Préstamos para el hogar: cuándo decir sí y cuándo esperar

Ante una situación económica desesperada se presenta como opción pedir un préstamo rápido. ¿Es siempre la mejor solución? ¿Qué ventajas y desventajas tienen los préstamos rápidos?

Todo el mundo en algún momento de su vida se ha encontrado con gastos imprevistos que ponen en problemas la economía familiar. Debido a la crisis económica, la falta de empleo y los sueldos cada vez más precarios, muchas familias se encuentran con un panorama en el que no pueden ahorrar nada sino vivir al día. Después, cuando ocurre algo inesperado, no pueden hacerle frente por falta de fondos.





Algunas veces esos gastos inesperados pueden venir debido a un electrodoméstico que se estropea y hay que cambiarlo, una factura del taller del coche o por una obra que haya que hacer en casa. ¿Qué se puede hacer para enfrentar estos problemas?

Préstamos rápidos, una solución inmediata

Los problemas económicos pueden aparecer en cualquier momento. Tanto la casa como todo lo que hay en ella puede sufrir desperfectos debido al paso del tiempo o por el uso. Algunas veces no se contemplan estos posibles problemas hasta que no llega un día en que la lavadora o el frigorífico dejan de funcionar. A veces, estos gastos, vienen cuando uno menos se lo espera y menos dinero tiene en la cuenta del banco. Ante una situación de gravedad se puede contar con la opción de pedir prestamos online inmediatos.

Estos préstamos suelen ser una buena solución cuando se necesita una cantidad pequeña de dinero pero de manera inmediata. No se necesitará presentar mucha documentación para que la entidad que presta el dinero lo haga. Obtener el préstamo suele ser bastante rápido por lo que el problema se podrá solucionar fácilmente. Muchas personas utilizan este método para poder obtener dinero rápidamente ante problemas inesperados.

Desventajas de los créditos al instante

Debido a la rapidez con la que se obtiene el dinero que se necesita hay quien no se da cuenta de los riesgos y las desventajas de pedir un crédito online al instante.

Generalmente, estos créditos, son de cantidades más bien pequeñas de entre 300 y 500 euros. Si se necesita una cantidad mayor puede que no sea la solución que se está buscando. También hay que contar con los tipos de interés a pagar que suelen ser mucho más altos. Y si la cantidad prestada llega muy rápido a la cuenta bancaria, casi igual de rápido hay que devolverla. No de un día para otro, pero la devolución suele ser en períodos cortos como de treinta días. Antes de pedir un crédito de estas características hay que pensarlo muy bien.

Cuándo el crédito rápido no es una opción

Como se ha explicado estos créditos rápidos no son válidos en caso de necesitar cantidades muy grandes de dinero. Si se necesita una cantidad para terminar de pagar la deuda de una hipoteca, es casi imposible que se pueda tener como opción un crédito rápido. En este caso, la ley concursal que se quiere empezar a aplicar este año dicta que aquellos que deben dinero por hipotecas y no pueden pagar podrían acogerse a la dación en pago.

A veces parece que el dinero no llega hasta fin de mes y hay algunos días en los que hasta hacer la compra se convierte en un verdadero castigo. Pero, en este caso, tal vez sería mejor sentarse, hacer cálculos y pensar qué cosas no son tan necesarias y eliminarlas del presupuesto dejando más dinero para poder realizar la compra de la semana para la familia.

La realidad es que contratar un préstamo rápido debe ser algo puntual no una costumbre. Si no se tiene cuidado se pueden empezar a apilar las deudas. Hay que estar seguro de que si se pide se podrá devolver en el plazo estipulado, que suele ser corto, y antes de pedirlo sería mejor estudiar un buen presupuesto y ver si, a lo mejor, no es tan necesario haciendo algunos cambios.

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