La riqueza cultural de España se hace evidente desde cada aspecto desde donde se evalúe. La gastronomía no es la excepción. Los platos mediterráneos cuentan con sabores tan únicos que muchos han encontrado fama internacional. Es el caso de la paella, conocido en el mundo como el plato típico de España. Sin embargo, cada región del país cuenta con sus propios sabores. Descubre algunos de ellos.
1. Cocido madrileño
No es el único plato que representa a la capital de España. También son muy conocidos los callos a la madrileña y los bocadillos de calamares. Sin embargo, el cocido madrileño es el más popular en Madrid, y uno de los que debe ser probado al visitar la ciudad.
Es un guiso que está compuesto por carne, garbanzos y verduras. La comida se sirve en tres platos. El primero es una sopa que se consigue con el caldo del guiso. Lleva fideos. El segundo plato es una fuente de garbanzos y verduras, que lleva patatas, zanahorias, col, y judías verdes. Luego se presenta una torre de carnes que lleva morcillo, morcilla, jamón, chorizo, tocineta y pollo.
El plato puede ser degustado en casi todos los restaurantes que sirven comida madrileña. Por lo general, se ofrece como el menú del día. En este caso, solo se sirven dos platos. En el segundo, las dos torres -de carnes y de verduras- van juntas.
2. Paella Valenciana
La paella es un plato que se ha convertido en referencia de la gastronomía española. La que se prepara en valencia es una de las más tradicionales. En ese plato, el arroz va acompañado de pollo y de conejo. Algunas versiones incluyen también costillas de cerdo. Entre las verduras, se agregan garrofones y judías verdes.
El arroz forma parte de muchos de los platos propios de la Comunidad de Valencia, que está compuesta por Castellón, Valencia y Alicante. Entre otros platos tradicionales de la zona se encuentran el arroz a banda, la caldereta y el arroz caldoso. Pero la paella, sin lugar a dudas, es el plato predilecto por gran parte de la población. El plato se ha vuelta tan popular a través de España, que algunas recetas cuentan con modificaciones. Sin embargo, para los valencianos no cualquier arroz con aceitunas o calamares puede ser llamado paella.
3. Pulpo ‘á feira’
En cuanto a gastronomía, el norte de España también resalta. Es una zona donde se observa más naturaleza y donde el clima deja de ser tan cálido. En Galicia, en específico, se sirven unos platos de destacan por las grandes proporciones y por la calidad de sus sabores.
Son muchos los platos tradicionales de los gallegos. Entre los más conocidos se encuentra el lacón con grelos. Galicia también es conocida por sus platos hechos con ingredientes de mar. Ya sean mariscos, percebes, vieiras o mejillones. Pero sin duda alguna, el que más se ordena en los restaurantes de la zona es el pulpo ´à feira´
A pesar de que la receta es simple, son los ingredientes los que garantizan el éxito en este plato. Deben ser de muy alta calidad. El pulpo se cocina con la finalidad única de ablandar su carne. Luego se procede a cortarlo en pequeñas rodajas de alrededor de un centímetro de ancho. Se suele espolvorear un poco de pimentón sobre el plato, y se sirve junto con patatas cocidas. Finalmente, se agrega un toque de aceite de oliva. Este plato es muchas veces servido entre las tapas.
4. Fabada asturiana
Asturias, una región cercana a Galicia, no se queda atrás. En cuanto a gastronomía, también cuenta con sus peculiares sabores y sus platos de grandes porciones. La mayor parte de las comidas es un reflejo de que se trata de zonas frías en donde tiende a llover con más frecuencia.
Es difícil escoger un solo plato que represente a la zona, cuando se tienen opciones como el cachopo, el chorizo y la sidra asturiana. Sin embargo, es la fabada asturiana la que suele llevarse el protagonismo.
El ingrediente principal de la receta es la judía blanca. Suele ser recomendado usar fabes de la granja. Se cocina con cebolla, ajo, chorizo, morcilla, lacón salado y tocino. Es la comida perfecta para los días más fríos durante el invierto porque posee un alto contenido calórico.
5. Bacalao al pil-pil
Otra región que resalta por su gastronomía es el País Vasco. De ahí han salido cocineros de fama internacional. Entre ellos, Juan Mari Arzark, Eneko Aixa, y Pedro Subijana. Todos ellos han sido reconocidos con una estrella Michelín y cuentan con algunos galardones de la industria culinaria.
Del País Vasco resaltan los pintxos. Sin embargo, es la comida de mar la que se lleva el protagonismo. En específico, el bacalao al pil-pil.
Aquí también cobra más importancia la calidad que tengan los ingredientes utilizados. En especial, los cuatro ingredientes base de la receta: bacalao, ajo, aceite de oliva y pimientos guindilla. La forma tradicional de prepararlo es en una olla de barro.
6. Fricandó de ternera
Una región que no puede faltar en el listado es Cataluña. Su escena gastronómica cuenta con diversos platos y sabores que representan la zona. Incluye embutidos -entre los que se encuentra la butifarra-, y alimentos que requieren de mayor elaboración, como la esqueixada.
Allí, es muy conocido el Fricandó. Se trata de un plato hecho con filetes de carne de ternera muy finos. Por lo general, se cocina con setas -como el moixernó o el perretxico-. Son pocos los platos catalanes que incluyen carne de vaca o de buey. Este es uno de ellos. Se sirve en guiso con caldo y piñones. Hay quienes dicen que sabe mucho mejor uno o dos días después de haber sido cocinado.
7. Ternasco asado
Parece ser común en todo el país, pero en Aragón también cobra gran importancia la calidad de los ingredientes utilizados. Entre sus platos típicos más populares se encuentran el ternasco asado, el bacalao al ajoarriero y las borrajas de patata.
Entre esos tres, el ternasco asado es el más demandado. Se trata de un cordero tierno, no superan los tres meses de edad. Lo tradicional es servirlo en una cazuela de barro. Va acompañado con patatas asadas.
8. Migas extremeñas
Otra región que resalta por su gastronomía es Extremadura. De aquí sale uno de los jamones serranos preferidos de España: el jamón de bellota. Es decir, ese que se consigue cuando los cerdos durante su crianza son alimentados únicamente con ese fruto. Pero no es eso lo que caracteriza a las cocinas de Extremadura. El plato típico de la región es el denominado como migas extremeñas.
La tradición es comerlo durante la víspera de navidad. Lo peculiar es que se trata de una receta bastante sencilla hecha a base de migas de pan Se combina con ajo, pimientos, sardinas asadas o chorizo, y panceta Hay quienes lo sirven como el plato principal, mientras otros lo presentan simplemente como un entrante
9. Gazpacho y salmorejo
En Andalucía, al sur del país, los platos son más livianos. En especial, porque se trata de zonas por lo general cálidas. Hay dos recetas que caracterizan a la región el gazpacho y el salmorejo. Aunque tienen similitudes, también hay aspectos que diferencian ambos platos.
El primero es una sopa fría hecha a base de tomates. Para su preparación se suele utilizar también pepino, pimiento, hortalizas, aceite y vinagre. Por su parte, el salmorejo se caracteriza por ser espeso. Esto se debe a que incluye un poco más de pan y no lleva hortalizas. Se sirve con un huevo duro y con jamón serrano.
10. Papas con mojo picón
Las recetas más del sur, especialmente de las Islas Canarias, también cuentan con su factor sorpresivo. Las papas arrugadas con mojo picón constituyen el plato tradicional, representativo y más solicitado de Tenerife.
Para lograr el plato, es clave cocinar las patatas enteras -incluso con sus conchas- junto con sal marina. Como consecuencia, se crea una especie de costra que caracteriza al plato. Suele servirse con una salsa llamada mojo picón. Casi siempre se trata de un aderezo picante. Sin embargo, existen diversos tipos de mojo. El verde suele servirse con pescado, mientras el rojo suele ser reservado para las carnes.
La lista se queda corta. Son muchos los platos típicos que caracterizan las diversas regiones que conforman a España. Para los visitantes, resulta atractivo probar los nuevos sabores y quizás llevar de regreso una receta para intentar preparar los platos cuando esté de vuelta en casa.
